I hate.
Como odio esta maldita presión en el pecho cada vez que te veo, odio ser consciente de todo lo que nos separa, y sin embargo sigo mirándote solo a ti. Odio esta sensación que se apodera de mi cuando alguien se te acerca, la impotencia de no poder hacer nada. Odio que no me pertenezcas.
Hola Rocío! Gracias por pasar por mi blog, el tuyo también me gusta:) Te sigo!
ResponderEliminarBesos!
PD: Seguramente lo verás cuando acabes con esa historia, pero tengo en otro blog una nueva, porque aquella la acabé:) ya me comentarás.