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jueves, 1 de septiembre de 2011

Arriesgar es ganar.



Cunado sale el sol y los primeros rayos se cuelan por la ventana ligeramente abierta todo parece cobrar sentido. Abre los ojos con desgana, oponiéndose rotundamente a abandonar el dulce sueño del que era presa hasta hace unos segundos. ''Parecía tan real''. Y de la nada una sonrisa se dibuja en sus labios, recordando que mañana sería el gran día, un día horrible y lleno de lamentos para los adolescentes que comienzan un curso nuevo o repiten año, pero para ella sin duda significaba que aunque fuese de lejos, aunque el ni si quiera la recodase, le vería. Es una manera tonta de sufrir, lo sabe, no puede dejarlo todo en manos de la suerte, o en simples suspiros que se evaporan y desgastan a medida que el tiempo avanza y el sigue sin notar su presencia, pero le gusta fantasear entre clase y clase que él se acercará a ella y simplemente, sin previo aviso la besará, como lleva esperando desde que comenzó el instituto, o que chocaran accidentalmente y tras ayudarla a recoger los libros del suelo se dará cuenta por el roce inesperado de sus manos que ella es la chica de sus sueños...Pero la realidad es que un nuevo curso comienza y si no se arriesga a perder jamás habrá un beso robado o un roce de manos que los destine a estar juntos...